Dar un paseo no requiere de mucha planificación. Según donde vivamos podemos caminar para ir desde casa hasta el trabajo, para conversar con nuestras amistades o simplemente por el gozo de sentir nuestra intimidad. En los paseos por la naturaleza recibimos muchos estímulos del entorno que más allá de los sensoriales los hay también de sutiles. Estímulos que activan nuestro sistema nervioso y nos inducen cambios fisiológicos evidentes. Pocas actividades tienen unos efectos beneficiosos para la salud física y emocional como pasear por la naturaleza, aunque a falta de la misma, hacerlo por calles o zonas arboladas también es positivo (siempre que el aire no esté contaminado). El Dr. el Dr. Kris Verburgh, un médico belga, sostiene que numerosos científicos y estudiosos avalan los beneficios del pasear un mínimo de 45 minutos diarios. Lamentablemente, esta actividad evita medicación innecesaria y sobre todo crea un estado de ánimo favorable en la persona, razón por la cual no se receta oficialmente. Hoy se empieza a valorar desde un punto de científico los beneficios de pasear por la naturaleza en una disciplina impulsada desde el Japón y llamada Shinrio Yaku o baños de bosque. La mejora del estado de ánimo incluso en personas afectadas por trastornos depresivos también está comprobada clínicamente. Los expertos en esta nueva terapia natural basada en el contacto con la naturaleza lo argumentan gracias a la identificación de diferentes sustancias volátiles que liberan al aire los árboles y las plantas en general. Así que esta sencilla actividad, pasear en el campo, es una medicina natural para el cuerpo y la mente.
Siempre que tengas la oportunidad de pasear por tu rincón favorito, no te olvides de tu cámara fotográfica y vuelve a casa renovado, feliz y con montón de recuerdos en forma de fotografías.